“Debemos establecer una red asistencial coordinada dentro de un modelo de acción compartido, multidisciplinar e interniveles”
Lo primero que hemos de diferenciar en el paciente oncológico en situación paliativa es el momento en que se encuentra, si el paciente ha realizado tratamiento oncológico con finalidad paliativa o si bien ya se ha desestimado todo tratamiento oncológico. Cuando un paciente llega a cuidados paliativos lo primero es el
control de síntomas, hemos de minimizar tanto como sea posible estos para no estar siempre recordando al paciente su situación.
Tanto oncólogos como paliativistas abogamos por una
derivación precoz dentro de esta situación paliativa por los beneficios que vemos y que se han descrito para los pacientes y sus familias. La situación de “no tenemos nada más que hacer, váyase a paliativos” es perversa y no aporta nada a los pacientes, si bien es cierto que aún hemos de establecer
cuál es el momento más óptimo de la derivación a cuidados paliativos para el seguimiento conjunto que más puede beneficiar al paciente.
Y es que el objetivo de los cuidados paliativos es el adecuado
control sintomático, el acompañamiento en el inicio del final de la vida y el
apoyo en la toma de decisiones. Este último aspecto es fundamental, cuando el paciente y su familia han sido atendidos tanto por Oncología como por paliativos la transición que evita la obstinación terapéutica es más fácil. Por ello, es necesario un
diálogo fluido, bidireccional y constante entre el oncólogo y el paliativista para conseguir los objetivos. Desde cuidados paliativos se da un espacio al paciente para preguntar, para establecer un diálogo sobre su situación, sus temores y el apoyo en la toma de decisiones. Por eso es importante que tanto el oncólogo como el paliativista mantengan una comunicación para transmitir al paciente y su familia el mismo mensaje. Debemos, en definitiva, establecer una red asistencial coordinada dentro de un modelo de acción compartido, multidisciplinar e interniveles.
Soporte andaluz a los cuidados paliativos
Desde el Plan Andaluz de Cuidados Paliativos en estos últimos años se ha ido dotando de equipos de soporte que, dentro de un modelo de actuación compartida, atiendan a los pacientes paliativos en situación de complejidad (que en el caso de los oncológicos son casi todos).
Si hacemos memoria, antes del 2006 más o menos el grueso de la asistencia de Paliativos se hacían dentro de convenios de colaboración entre ONGs y SAS. A partir del 2006 hubo un gran avance en reconocimiento, dotación y empuje que quedó parado a raíz de la crisis y que empieza a despertar lentamente. En el II Plan Integral de Oncología de Andalucía 2007-2012 se planteaban los siguientes retos con respecto a los cuidados paliativos: provincialización de los cuidados, la inclusión de la población infantil y la mejora de la calidad de los servicios en función de la complejidad de las necesidades. Han habido avances pero si no seguimos con ellos
corremos el riesgo de volver a quedar anclados a pesar de que la sociedad cada vez es más consciente de la necesidad de este servicio.
Y es que los puntos débiles de este servicio son el no tener reconocida una
capacitación específica, que conllevaría una estabilidad del profesional, y la
dotación insuficiente, algo que hace difícil el avance. Frente a esto tenemos el punto fuerte sin duda de los cuidados paliativos,
los profesionales.
Autor: Ijeab. Atribución con código en la web: http://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/tarjeta